07 noviembre 2006

Vivir del Cuento


Hay gente, que fue algo en la vida. Aunque ese algo sólo sea una cosa. Hay gente que fue delegado de curso en el Instituto y lo evocan y lo cuentan como si fuera un hecho glorioso. Esta gente son capaces de contárselo a sus hijos y a su nietos. Una vez me encontré una chica que había estado conmigo en el Instituto ( o por lo menos eso decía, yo ni me acordaba ni tenía ganas de acordarme de ella) y me dijo, así de sopetón, y sin temblarle la voz:

Hola, XXXXXXXXX no te acuerdas de mí?

Pues, no. No, tengo el gusto.

Si, hombre, yo era delegada de curso en tu clase.

Pues vale, pues me alegro.

Otro sacan una canción y viven de ella como el maná de los judíos. Hay ejemplos notables. Emilio José y su canción Soledad, que cada dos o tres años inventa algún dueto con alguien para poder seguir viviendo de ella. Parece su chulo. Vive de la pobre María Soledad chuleándola en cuanto no tiene dinero.

Otros viven “por ella”. Es el caso de Jose Manuel Soto y las la única canción que ha tenido éxito y el tipo cada vez que le invitan a algún programa, no duda en interpretarla y darnos la paliza con la dichosa canción. Ahora parece que está un poco tieso y anda anunciando jamones de madrugada en los programas de televisión de teletienda.Casi prefiero que "chulee a ella" antes que oirle anunciando jamones.

Otros individuos ganan por casualidad una medalla olímpica, en unos juegos de invierno, y viven de esa medalla durante toda la vida. Osan, salir en televisión y dan opiniones sobre lo divino y sobre lo humano y siempre como si supieran de los que hablan. E incluso enseñan a esquiar a la Familia Real (Mal supongo, porque las hostias que se mete el Rey cada dos por tres en la nieve, son dignas de admiración, aunque mejor que se de hostias a que mate osos) y luego se mueren, menos mal.




05 noviembre 2006

Porque no engraso los ejes


ASOCIACIÓN EL REFUGIO



No tengo nada contra este hombre.

Es más su labor me parece encomiable. Sólo una pega, es calvo y nunca me cayeron bien los calvos. Tengo la misma enfermedad mental que Quevedo, a él nunca le cayeron bien los calvos, y mucho menos sus mujeres, las calvicasadas.

Estoy seguro que a este hombre también como a los perros que él acoge, le abandonaron sus padres cuando era pequeño.

Tiene cara de “abandonao”, pero no el “abandonao” que cantaba Yupanqui

“Porque no engraso los ejes
me llaman abandonao.
Si a mí me gusta que suenen,
¿pa’ qué los quiero engrasaos?”

Si no de haber sido abandonado en una gasolinera por su familia cuando era pequeño.

Después de esto fundó “El Refugio”, también para animales abandonados.

Hay gente que se le ve en la cara, tienen cara de “abandonados”

Tu tienes cara de abandonado.








Billy Joel - Just the Way you Are

Memorias de un Republicano Español



QUE 70 AÑOS NO ES NADA (A LOS HEROES QUE AJUSTICIARON A LOS FASCISTAS DE PARACUELLOS)

Tenía 18 años recién cumplidos, cuando el "comandantín", así llamábamos al dictador Francisco Franco, se sublevó en la comandancia de Canarias.
Mi padre había sido militar de carrera y había participado en en el desembarco de Alhucenas, tomando una posición defendida por los "moros" en el sitio de "Tifaruin".
Al mando de una compañía del Regimiento de Cazadores de África nº 17 le fue concedida la mayor condecoración que puede terner un militar español.
La Gran Cruz Laureada de San Fernando;pero eso, es otra historia que contaré otro día.

Mi padre cuando la sublevación fascista del 18 de Julio de 1.936 se había mantenido fiel, a lo que juró.

Defender la II República Española, y eso le costó la vida.

No tuvieron el menor remordimiento sus propios compañeros de armas, en asesinar a un heroe de España, que había derramado su sangre por ella y sus intereses.

Yo vivía en Madrid cuando llegó la noticia de su asesinato,pocas horas despues del alzamiento fascista.

Me propuse honrar a mi padre, haciendo lo que a él le hubiera gustado que hiciera, defender lo que había jurado. La II Republica Española.

Con gran disgusto de mi madre, salí a la calle y me acerqué a la calle Ferraz, desde allí se podía ver a los "milicianos" como se preparaban, para asaltar el bastión fascista em el que se había hecho fuertes los militares amotinados.

Se trataba del Cuartel de la Montaña; en ese sitio una pandilla de asesinos, compuesta por militares sediciosos,falangistas,fascistas y curas, se habían atrincherado y estaban disparando contra el pueblo de Madrid.

Gracias a Dios estábamos allí dispuestos a todo y con el fusil, que le había arrebatado a un miliciano caido en combate pude hacer unos cuantos tiros, y creerme, no se si fueron ilusiones mías, o las ganas que tenía de acabar con esos salvajes, pero mi puntería no falló.

Le alcancé a uno en una pierna y los gritos que daba pidiendo auxilio, se oían en medio Madrid.

Le grité si no sería mejor que le implorara a la Virgen de la Almudena,o a San Isidro Labrador, pero el pobrecillo, andaba flojo de fé y me rogaba para que no le volviera a dispararle, que le dejara arrastrarse por el suelo hasta llegar a la puerta, en fin que le diera "cuartel" y nunca mejor dicho.

"Fíate de la Virgen y no corras" le dije, pero no entendía mi humor, así que decidí despacharle por la vía rápida.

Nunca me ha gustado la gente que carece del sentido del humor, así que un fascista menos y algo hemos ganado, pensaba yo.


En fin, que después de unas cuantas horas de tiros y gritos, yo ya estaba cantando la coplilla esa que dice " anda jaleo jaleo, ya se acabó el alboroto y empieza el tiroteo", cuando decidí unirme a una columna de milicianos que estaban buscando a unos cuantos sediciosos fascistas, que se habían escondido por la ciudad, para poder cometer sus asesinatos más impunemente.

Dicho y hecho; Nos acercamos a las viviendas de unos conocidos militares, que habían sido compañeros de armas de mi padre y de los cuales yo sabía su afición al yugo y las flechas.

Tambiénn conocía de muy buena tinta, que el hermano de uno de ellos se había refugiado en casa de su madre después de disparar y atacar a unos guardias de asalto que simplemente estaban cumpliendo con su deber.

Pero ya sabemos como se las gastan esos tipejos, que despues de "tirar la piedra, esconden la mano", pero en este caso, despues de disparar a los guardias se escabulló, con la intención de llegar a un "piso franco" como se diría ahora, y nunca mejor dicho lo del piso FRANCO, perdonenme por el chiste (ESTE ES MIO, como díría BuenaFuente)

Así que ni corto ni perezoso, me dirijí con unos cuantos compañeros a pedirles explicaciones a los sediciosos, y de esta manera eliminar algo de morralla fascista, que por aquellos días y también por estos, andábamos sobrados.

Era de esperar que el dichoso militar se hubiera escondido y que no diera la cara, para él el valor, el honor y todas esas zarandajas no son nada cuando anda la vida en juego.

Así que tuvimos que andar buscándole por toda la casa, y al no encontrarlo, se me ocurrió la idea de mirar debajo de la cama de su madre, y, efectivamente, allí estaba.

Gran desilusión la nuestra cuando comprobamos que no era él, si no su hermano, un conocido falangista que se vanagloriaba de su amor a Jose Antonio y de todo lo que ello representaba, así que me dije, bueno no estará el militar, pero un falangista también me vale, pues nada le apunto con el Mauser a la cabeza, y le pregunté si prefería que le matara allí mismo, llenando de sangre y sesos tan hidalga casa o bien decidía acompañarme y someterle a un juicio justo y después descerrajarle un tiro en medio de la frente.

Estuvo listo el falangista y quiso acompañarnos, no sin antes intentar alguna frase gloriosa, para despedirse de tan magna madre, de esas que suelen salir en los mejores y en los peores momentos.

Pero no andaba fino el muchacho, y antes de que soltara alguna gilipollez del tipo "no llores por mi mamá, llora por España" decidí ayudarle con un "Acta est fabula" La comedia ha terminado (Las últimas palabras de Cesar Augusto, Emperador Romano) y así elevar la tragedia que se cernía sobre aquella casa en una especie de comedia Augustiniana.

Bueno, veo, que los recuerdos empiezan a aflorar, y me estoy desviando un poco del tema del cual quería hablar.

Desde hace unos meses se está comentando mucho sobre las ejecuciones de Fascistas que tuvimos que hacer en Paracuellos.

Pues tendré que deciros la verdad, en aquellos días la ciudad de Madrid estaba al borde del colapso, las columnas fascistas estaban a las puertas de la ciudad, y dentro de las cárceles teníamos la friolera de cerca de 20.000 fascistas.

Como comprendereis, esa "quinta columna" no podíamos dejarla libre, y que se escaparan cuando llegaran sus secuaces.

Esos 20.000 fascistas, si quedaban libres iban a matar a nuestras mujeres y a nuestros hijos, así que decidimos tirar por la calle de enmedio y tener que ejecutar a 2.000 de ellos.

Al fin y al cabo, estabamos en guerra, así que o ellos ó nosotros,y como la guerra es así de bestia y ellos empezaron "el tiroteo, despues de tanto alboroto",

Pues tuvimos que sacarles de la carcel y proceder a ajusticiarlos por la vía rápida.

En los mismos camiones en los cuales nos lo llevábamos les hicimos un juicio justo, les dejamos que rezaran unos cuantos "padresnuestros" y alguna monserga más y los ejecutamos para que se pudieran encontrar con su Dios lo más rapidamente posible.

Mientras manejaba una ametralladora desde la parte de arriba del camión, y fusilaba a esos esbirros fascistas, no dejaba de reirme del poco valor que suelen tener estos tipejos, cuando ven llegar la muerte a su vida (curiosa paradoja) y que sólo se acuerdan de "Santa Barbara cuando truena".

Era patético verles jurar "que ellos no tenían nada que ver con los que se habían levantando contra el sistema democrático de la II República", así que les pedí un poquito de dignidad, pero nada, "como el que oye llover", en fin que murieron, como vivieron, mintiendo, jurando, llorando y sin honor.

Y saben que les digo, que la pena fue que sólamente ejecutamos a menos de 2.000, si por mi hubiera sido, había acabado con todos esos fachas, con los 20.000 e incluso con alguno más.

Al fin y al cabo ESTABAMOS EN GUERRA.

PD: Si se dan las circunstancias, y Dios no lo quiera, volvería a hacerlo. y esta vez que ganen los buenos.

Salud y República.

Juan Antonio Cuesta

Miliciano Republicano y a mucha honra.