05 junio 2007

El indigno Himno



Ahora que los tuercebotas, los parásitos del deporte y demás gente de mala ralea, les ha dado por cultivarse, y digo cultivarse y no culturizarse, resulta, que hasta creen que saben leer y quieren que España, aparte de ser grande y libre, tenga una letra en su himno.

Yo, y siempre desde mi humilde opinión, propongo dos cosas.

Cuando juguemos contra algún país, como por ejemplo Polonia, aunque creo que ya no se juega al fútbol contra ellos, la mejor forma de hacer amigos en los tiempos que corren es cantarles esta coplilla.

Si los curas y monjas supieran
la paliza que les vamos a dar
subirían al coro cantando
libertad, libertad.. libertad.

Esto también valdría si jugamos contra el equipo de la ciudad del Vaticano, si es que los curas, se suben las sotanas y se lían a patadas contra el balón, en vez de lo que tienen por costumbre que es liarse a dar patadas a cualquier pensamiento que no les plazca a ellos.

Esta otra coplilla podríamos servirnos si jugamos por ejemplo contra Inglaterra, Bélgica, Holanda, y cualquier otro país monárquico.

Si el rey y la reina supieran
lo poco que van a durar
saldrían gritando a la calle
libertad, libertad.. libertad.

Y para los demás países, me quedo con el Viva España de Manolo Escobar, que simplemente con algún retoque en la letra me parece mejor Himno que la Marcha Real.

Entre toros, fandanguillos y alegrías,
nació mi España, la tierra del amor,
nunca Dios pudo igualar tanta belleza
y es imposible que pueda haber dos.

España ha sido siempre y lo será
eterno Paraíso sin igual.

Por eso se oye este refrán,
que viva España,
y siempre la recordarán,
que viiva España.

La gente canta con ardor,
que viva España,
la vida tiene otro color,
España es la mejor.

Que bonito es el mar Mediterráneo,
la Costa Brava y la Costa del Sol.
El fandango y la sardana me emocionan,
porque en sus notas hay vida y hay calor.

España ha sido siempre ...




En fin que el que no se consuela es porque no quiere, y sólo nos hacía falta también que tuviéramos que cantar la letra de un himno que huele a rancio y sospechosamente, creo que es una maniobra del contubernio liberal, para tocar un poco los huevos.