08 mayo 2007

El Hombre que fusiló el Country




Cuentan los escritores, que para escribir un buen libro, de momento tienes que tener más de 40 años, y luego en cada uno debes de hacer un esfuerzo mínimo de tres años, para que lo que escribas sea medianamente interesante.


Conozco un tipo que ha escrito más de 100 libros en menos de 20 años.

No puede ser bueno ninguno.

Los tiene de temas tan variados como la Guerra Civil, o la música Country.

Me imagino que para escribir sobre música Country, debes de haber nacido por lo menos en Tenesse.

Es algo así como si uno nacido en Nueva Jersey, se hace flamencólogo.

Puede ser, lo que ocurre, es que para poder recomendar a cantantes de Flamenco y conocer todos los Palos, y distinguirlos, lo suyo es nacer debajo de Despeñaperros, y haber pasado más de unas cuantas noches de juerga flamenca en juerga flamenca, con los gitanos del Albaicín, cantando con ellos hasta la madrugada.

Aunque también se da el caso de gente que ha nacido en Nueva York, más concretamente en Manhattan, y saben de toros, como el que más, y de hecho son respetados por los del 7 en las Ventas, pero esto es bastante raro.

Que yo sepa, sólo se ha dado un caso en más de 300 años de tauromaquia, y este hombre no fue otro que William Lyon, que escribió un libro que se llamaba “La pierna del Tato”, todo sobre anécdotas taurinas, y que el crítico de toros de El País, el añorado Joaquín Vidal, lo apodó el “pasmo de Manhattan”.

Así que como ya tenemos un Neoyorkino que sabe de toros, me parece grotesco que un Calvinista sepa de Country.

El Señor D.Cesar Vidal, autor de más de 100 libros en menos de 20 años, y que este año ha sido capaz de escribir, según la página Web de La Casa del Libro 8 libros, no para de publicar.

Aunque gracias a la cultura de Internet y sobre todo al Google, y al atajo del Control C, Control V, o copiar y pegar, uno es capaz de “currarse” una enciclopedia del Country en menos de un fin de semana.

Y todo esto venía porque hace poco se ha encontrado en la tumba de Shakespeare, una maldición, que dice más o menos así, “Maldigo a quien remueva mis huesos”, pues nada el escritor Calvinista ya ha sacado un libro, ( y eso que la noticia se conoció hace más o menos tres semanas) que se llama “La noche de la Tempestad”, y toca el tema de la maldición de la tumba del británico, con dos cojones, en menos de 20 días se curra un libro, y además incluso habrá gente que lo lea.

Lo dicho el Calvinista falangista, es una maquina, y si no conoce el tema con montar el pelotón de fusilamiento, ya tenemos bastante.










Ella Fitzgerald Show, 1968 - Mack the Knife

06 mayo 2007

Borracho de Odio


No hace falta beber para emborracharse.

Hay gente que se levanta bebida por la mañana, y no la suelta en todo el día.

Lo peor no es beber, si no estar borracho.

No tuvo bastante este señor, con los más de 500.000 muertos que gracias a él y a los votantes de su partido llevan asesinados en Irak, ni los 192 muertos de Atocha, que nos costó su famosa foto del trío de las Azores.

Esa foto dónde se veía al auténtico GAL mundial, el GAL de las Azores, donde se aplicaba el terrorismo de Estado para invadir un país, y robarle todo los posibles a sus habitantes.

Ahora el “carnicero de Irak” o el “tonto de las Azores” o el “Payaso de Pucela” o como coño se llama el tiparraco ese, dice que nadie le tiene que decir a él (faltaría más señor Presidente de Honor del Partido del Odio, de la mentira y de la muerte ) las copas de vino que debe tomar y que nadie le tiene que decir a él, la velocidad en que pueda poner su coche en la carretera, que si mata a alguien seguro que será un “rojo”y un “antiespañol”.

Y pensar que este hombre ha sido Presidente de España.

Y pensar que este hombre es el máximo ideólogo de un partido que se llama a sí mismo democrático, y que va a concurrir a las próximas elecciones, y que encima no pida perdón por los muertos que lleva encima y por todos lo que a partir de ahora los jóvenes cachorros de las Juventudes Populares, van a matar en la carretera.

Ya sabemos estaba borracho, cuando lo dijo, si pero borracho de odio.