22 junio 2007

Mi amigo el Rey




Ha venido un nuevo amigo a visitarnos.

La lástima es que no he tenido tiempo de ir a verlo.

Ni yo ni los más de 80 asesinados por su propio estado, en lo que va de año.

Si, mi amigo el Rey, sigue aplicando la pena de muerte en su país.

Me hubiera gustado,ir a recogerlo al Aeropuerto, pero como no tengo carnet de conducir, no lo hubiera podido hacer.

Hubiera mandado a alguna amiga mía, pero claro en su país, las mujeres no pueden conducir.

Bueno en realidad, si pueden, lo que no pueden es tenerlo.

Les podrían aplicar la pena de muerte.

Me gustaría haberle hecho una fiesta en Chueca, pero claro, como en su país la homosexualidad está prohibida, y no sólo prohibida es que te meten en la carcel, por salirte de la norma sexual, pues tampoco hubiera sido factible.

Mi otro amigo el Rey Juan Carlos, está muy contento con su primo Abdalá, son tal para cual.

Uno vive en un estado terrorista, donde son capaces de matar a 4 personas, por cometer un atraco a mano armada, donde sólo resultaron heridos dos personas, y el otro vive en una democracia, donde le pagamos todos sus vicios y todos sus gastos sin hacer preguntas.

Los dos tienen hijos, unos más listos que los otros, los más listos estudian en Londres, donde se corren las mayores juergas que pueden pagar sus adinerados bolsillos.

El otro hace poco que se casó, con una señora que ahora se ha declarado en huelga y no le gusta salir a hacer lo poco que tiene que hacer.

Lo bueno que tienen los dos tiranos es que la prensa de sus respectivos países, nunca les critican.

Al contrario, todo lo que hacen les parece bien.

Son prensa agradecida.

Saben que si hicieran algún comentario fuera de tono, a unos los ejecutarían y a los otros no les dejarían seguir haciendo su carrera.

Otra cosa en la que coinciden, es que a los dos les gusta esquiar.

Ya sabeis que al nuestro no se le da bien.

Recordad la hostia que se dió en Gstaad durante las vacaciones navideñas del año 83, cuando esquiaba con una nueva amiga suya, que hasta el Marqués de Mondejar le tuvo que decir, después de verlo en tal lamentable estado, "que un Rey sólo puede traer ese aspecto, si viene de las Cruzadas", pero no, nuestro amigo el Rey venía de pasárselo bien esquiando con su nueva amiga.

Que gusto cada día me lo paso mejor con la Monarquía.