El Templo de San Lorenzo de El Escorial, fue mandado construir por Felipe II, para conmemorar que el día de Nuestro Señor del 10 de Agosto de 1557, festividad de San Lorenzo, para más señas, se libró la Batalla de San Quintín, donde “llovieron hondonadas de hostias” a los franceses, gracias al Duque de Saboya, que tenía ganas de “juerga” y como decía Zorrilla:
Aquí hay un Don Luis
Que vale por lo menos dos.
Parará aquí algunos meses,
y no trae más intereses
Ni se aviene a más empresas
Que adorar a las francesas
Y a reñir a los franceses.
Así que a reñir con los franceses, que luego 300 años más tarde Daoiz y Velarde y algunos más tomaron hecho de la frase y se lió una buena en el Parque de Artillería de Monteleón, que también les “llovieron hondonadas de hostias a los franceses” aprovechando que era 2 de Mayo y el pueblo madrileño tenía ganas de fiesta y de botellón.
Sin embargo, no todo va a ser en la vida ganar y ganar batallas en Malasaña, sino que llevamos dos noches, donde las “hondonadas de hostias” llueven por parte de los antidisturbios de la Policía Nacional y los “chulos de gimnasio” de los Municipales, que la verdad, yo creía que estaban para regular el tráfico y para desatascar túneles anegados de agua, pero también sirven para un roto y para un descosido, y si hay que abusar de la fuerza, y pegar a unos cuantos chavales, que están festejando las fiestas de su barrio, pues también sirven para eso mismo.
Así que ya sabemos, no se hace botellón en Malasaña, ni fiestas, ni conciertos ni nada de nada que luego en vez de liarse contra los franceses, que sería lo suyo, se lían contra cualquier menor de 30 años que pase por allí.
Jacques Brell
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